MARIO RUBÉN ÁLVAREZ (1954)

Nacido en Potrero Ybaté en 1954. Poeta y periodista. Cursó la carrera de Comunicaciones en la Universidad Católica y estudió guaraní en el Instituto de Lingüística Guaraní. Tiene una extensa trayectoria como periodista de medios radiales y escritos. Integró el Taller de Poesía Manuel Ortiz Guerrero y sus primeras publicaciones integraron los poemarios colectivos del grupo: ...Y ahora la palabra (1979), Poesía Taller (1982) y Poesía Itinerante (1984). Posteriormente publicó los poemarios La sangre insurrecta (1992) y Ñe’ẽ apytere / A flor de ausencia (2007). Como investigador del arte popular ha publicado la colección Las voces de la memoria y el libro Folklore paraguayo. Ha traducido al guaraní obras de reconocidos autores paraguayos.

         YVY'Ỹ CIELITO
Mamo piko nde Cielito
oime ore yvyrã ohopa,
aretémango tesaýpe
juku'ápe romuña.
Ha'etéku sapy'ánte
roguahẽtamava chupe
ha ore póguima Cielito
oveve jey orehegui.
Oréko ro'e Cielito
Ñandejára jepeve
hesaraiha mboriahúgui,
ore añóko ropyta.
Umi ore ruguy oipytéva
Paraguaýgui, mombyry,
ore sãso ndoipotáiva
Cielito oiko ore nupã.
Iñapysẽmárõ hína
roha'ãrõva arete
oúma mbokapu ore ári,
ore juka, ore mosẽ.
Kogatyrã rohekáva
ndaikatúi rohupity:
umi heta oguerekóva
oipota ha oipotave.
Ore avei roñotỹséva
manduvi ha avati,
rojuhuse yvotytýpe
ovevérõ panambi.
Araka'épa Cielito
oguéta oréve pytũ
hasypeve rohechávo
ore yvy teépe ko'ẽ.
         CIELÍTO DE LOS SÍN TIERRA
Dónde, querido Cielito,
está la tierra prometida
hace infinitos siglos
que perdemos el aliento tras ella.
Como un espejismo, a veces,
ya está en la punta de los ojos
y ya atrapada en nuestras manos
escapa una vez más.
Tenemos por cierto, Cielito,
que hasta Dios ya olvidó
a los más pobres de los pobres,
solos mordemos la soledad.
Los que amparan las cadenas
en Asunción, muy lejos,
los que amparan las cadenas,
Cielito, nos entierran a golpes.
Cuando ya asoma
la cabecera de nuestro sueño
ya retumban las balas
la muerte nos arrea de nuevo.
El Paraíso para la siembra
es un territorio imposible
los que se hartan de tierra
solo quieren más hectáreas.
Nosotros que amamos
la fiesta del maíz y del maní
queremos alas de mariposas
en nuestro propio jardín.
Cuándo, cuándo Cielito
quedará denucada la noche
al ver, después de tanto,
el alba en nuestra tierra.

La traducción al castellano corresponde al autor.
Fuente: ÑE’ẼRENDY, POESÍA GUARANÍ CONTEMPORÁNEA. EDICIÓN BILINGÜE. SELECCIÓN E INTRODUCCIÓN DE SUSY DELGADO. Grupo Editorial ATLAS, Asunción - Paraguay 2011. Espacio web: www.grupoeditorialatlas.com

MARIO RUBÉN ÁLVAREZ (EL POETA DE LA NOSTALGIA)(Por TADEO ZARRATEA)
Para mí, Mario Rubén Álvarez es el poeta de la nostalgia. Siempre me intrigó este acento característico de su poesía y no pude descubrir la causa, hasta la aparición de este libro que hoy presentamos. Extraño libro que contiene dos poemarios enteramente distintos, titulados: “A FLOR DE AUSENCIA” y “ÑE’Ë APYTERE”. En países bilingües he visto libros bilingües con este formato, pero siendo uno traducción del otro.
La nostalgia es una mujer que habita la casa interior de Mario Rubén. Sabía que alguna importante etapa de su vida estaría reflejada en esa profunda y férreamente vigilada melancolía de su arte poético. Esa presunción la confirmo ahora, con esta obra, en la cual el autor nos explica detalladamente su historia personal.
Cuenta nuestro poeta que fue arrancado del seno familiar por razones de escolarización a la edad de 6 años, y que con ello cambió bruscamente su ecología humana y social, su hábitat, su ámbito de desarrollo, y, según él, su lengua. Sostiene que hasta esa edad sólo hablaba en guaraní, hecho que lo pongo en duda. Creo más bien que hasta esa edad él sólo escuchó hablarse en guaraní en su entorno, mientras él hablaba en castellano con sus padres. Él cree que su lengua materna es el guaraní, pero lo dudo, repito; creo que es el castellano. Eso delata su poesía escrita en castellano; una poesía adulta desde su más tierna juventud. Un lenguaje decididamente metafórico y por ello enteramente poético. Estos hechos le brindaron dos importantes premios literarios y muchas menciones.
Sabemos que la poesía consiste en dar nuevo nombre a los sentimientos, a las percepciones, a las emociones, a las cosas y a los fenómenos. El que cree que con decir “te quiero” hace poesía, está totalmente equivocado. Poeta es aquel que encuentra una nueva forma de decir eso. El lenguaje poético no es un lenguaje lógico sino metalógico o extralógico. Es un lenguaje simbólico. Nadie pudo descifrar hasta ahora el significado del “Panambi vera” de Ortiz Guerrero, pero todos aceptamos su valor simbólico. Algunos sostienen que es el amor, otros que es la libertad, otros dicen que representa el ideal más alto de la persona; no falta quien asegura que es la belleza. Lo bueno del caso es que todos tienen razón. El panambi es todo eso y mucho más; es lo que el usuario o receptor de la obra cree que es. La obra poética es recreada por cada lector como ocurre con la pintura simbólica y con todas las bellas artes, porque a cada obra cada lector le encuentra una significación diferente.
Cuando sostenemos que nuestro poeta asume plenamente el lenguaje poético, estamos afirmando que cuando se trata de escribir poesía, se aparta del lenguaje común. Mario Rubén hizo eso desde su primer poema y nunca sabremos cómo, por qué medios, de la mano de quién o en qué libro descubrió el lenguaje usado por la poesía, porque es un hecho que tal vez ni a él mismo se le manifiesta claramente. Pero volvamos a su acento característico, a su marca o signo, al sello indeleble de su poesía: la nostalgia. Cómo hizo Mario Rubén para convertirse en el poeta de la nostalgia sin haber sido nunca exiliado de su país. Sólo fue expatriado de su valle, de Potrero Yvate de Santaní, pero fue herido por la nostalgia de modo irreversible.
Antes debo aclarar que ser nostálgico no significa ser pesimista ni derrotista. Y el ejemplo lo tenemos en Mario Rubén, un hombre que sueña y espera con fe todo lo mejor para su pueblo, para su gente; un hombre que asume el firme compromiso de lucha en unidad con su pueblo al que ama entrañablemente. Su acento nostálgico le viene –como lo tenemos dicho– de su historia personal. Pero él ha tenido el buen tino de asumir esa nostalgia como un bien y de convertirla en fuente de su poesía. Es como aquellas personas que convierten en virtud su defecto principal. La nostalgia es un estado predominante de su alma, y es la fragua donde cobra forma su poesía.
La otra faceta que nos llama la atención es la fidelidad de Mario Rubén a la lengua guaraní. Se aferra de modo pertinaz a esta lengua e insiste en producir poesía culta en este idioma. Ciertamente es una producción necesaria, pero uno se puede preguntar: ¿acaso es él quien está llamado a esa tarea? Yo respondo con toda honestidad que sí; es él uno de los tantos llamados a cubrir esa necesidad, no por su condición de hombre de origen campesino que ha alcanzado ilustración, porque de estos existen miles, sino por su condición de buen poeta en lengua castellana, que son pocos. Mario Rubén es poeta bilingüe y de los buenos en ambos idiomas oficiales del Paraguay. Es profesor titulado de la lengua guaraní y periodista en ejercicio en lengua castellana. Pero confrontado a sí mismo, su poesía en castellano aventaja largamente a la producida en guaraní. Ha vencido en concursos a poetas monolingües del castellano. No lo comparo con nadie, que conste; sólo consigo mismo. Y es en este punto donde pongo el dedo índice para fundar mi opinión. Mis elementales conocimientos de la lingüística no me permiten creer que un escritor bilingüe sea mejor en la lengua aprendida que en su lengua materna.
Integró con otros el “TALLER DE POESÍA MANUEL ORTIZ GUERRERO”, fragua ésta en la que fueron moldeados los primeros poemas que fueron escritos en el guaraní paraguayo sin metro, sin medida, sin rima ni ritmo regular. Los primeros versos modernistas, aunque justicia obliga, debo aclarar que la fundadora de esta corriente es la poeta asuncena IDA TALAVERA DE FRACCIA.
La poesía paraguaya en guaraní necesita del cultivo de la poesía moderna; del nuevo lenguaje poético. Es tiempo de superar las cuartetas pareadas y alternadas, la rima, la estrofa, los versos medidos y el ritmo regular. Ha llegado la hora de buscar, descubrir, poner de manifiesto y cultivar los elementos propios de la poesía guaraní; de utilizar la cadencia, los alargues, la polisemia, la onomatopeya y de crear más y más imágenes sensoriales múltiples para las cuales se presta nuestra lengua propia.
Ha ãva ä mba’e oha’ämbaite Mario Rubén. Oikuaa ha’e umi hembiapokue ndosyryryporäiha lo mitä küre; oikuaa ochokaha pe fórma lo mitä oha’aröva rehe. Péro niko oikuaa avei upéva upéichantevaräha voi. Sapatu pyahu rehe nameméi voi ojepokuaa ñande py. Upéva ága tapére oñogueronohëne isÿihápe.
Che mandu’a yma Oscar Nelson Safuan ogueru ramo guare ohenduka ñandéve upe músika pyahu ha’e omboheko ha omboherava’ekue “Avanzada”. Ndo’aporäieteva’ekue lo mitäme. Ha upérö he’i karai Mauricio Cardozo Ocampo: ñahendu raëkena lo mitä ha upéi ñañe’ë. Ha péina niko ñahendúma he’i chupe peteï lokutor ivyrochuhkoléntova, okopi mbaretémava voi hína hese, ha he’i chupe karai Mauricio: nahániri, heta jey ñahendu raë va’erä. Péva rehe ko aremi rire mante ojepokuaava’erä ñande apysa. Ha upépe opara va’ekue umi ñe’ë meguä oñepyrümava’ekue okopi upe tapicha rembiapokuére.
Mario Rubén oikuaa porä la ojapóva. Ha’e noha’aröi ñandeheguikuéra ñamomba’e guasu ä ñe’ëpoty hembiapokue. Upéva ñane ñemoñarekuéra ojapóta. Ha’e ohkrivi mitä pyahu kuérape guarä. Ñande ñande aky gueteri umivarä. Ñandéve iguhtove gueteri umi ñe’ëpoty orrimáva; umi oiporúva ñe’ë porä, péro hesaite rupi ohenóiva opa mba’e. Ndajajepokuaái gueteri äichagua poesía ojejapóva ñe’ë oguývo, ñe’ë oykévo, oguevívo, okuchívo ha oakävo rupive. Péro niko péva ha’e la poesía añetete.
Paraguay, disiémbre 2007 jave.
Fuente digital: http://mbatovi.blogspot.com (Registro de enlace: Noviembre 2011)

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