Empresas privadas apoyan a la literatura en Paraguay

ABC Digital
En honor a la memoria del padre de don Roque Gaona Muñoz se ha instituido, desde hace un largo tiempo ya, el Premio Literario Roque Gaona con la participación de la Sociedad de Escritores del Paraguay.   

Roque Gaona, político de sobrada pasión, intelectual de luces genuinas, abogado, nació en Asunción en 1896.   

Participó de la Guerra del Chaco como auditor en el Tercer Cuerpo de Ejército con el grado de teniente primero. Durante la Revolución de febrero militó del lado del socialismo. Cuando corría el año 1936 se desempeñó como embajador en Chile. Al caer el gobierno revolucionario conoció el exilio. Fue así que estuvo en la Argentina, donde empezó a dirigir varios periódicos. En 1951 formó parte del congreso fundacional en Buenos Aires del Partido Revolucionario Febrerista, de ideología socialista.   

Durante la dictadura de Stroessner conoció en tantas oportunidades padecimientos por reclamar la libertad para nuestro pueblo oprimido. Inclusive su nombre se encuentra en el Archivo del Terror. Falleció en 1989.   

Su fama está ligada a un concurso de libros de autores paraguayos. Y eso es definitivamente plausible pues cuán necesitados estamos los escritores paraguayos de motivación.   

Analizando críticamente nuestra sociedad se ve con claridad de agua destilada que la cultura y la educación precisan una urgente atención por parte del Estado.   

Observando y considerando que el Estado no hace mayor cosa, es pues para celebrar iniciativas en favor de la cultura que emergen heroicamente de parte del sector privado. La decisión de los descendientes de Roque Gaona, quienes están al frente de la firma Fénix SA de Seguros y Reaseguros, de propiciar concursos de carácter literario, levanta la moral del Paraguay.   

Otra perla: fue presentada la segunda edición del Premio Literario Grupo General de Seguros SA, certamen organizado por la Sociedad de Escritores del Paraguay. Esto es involucrarse, decir un no rotundo a la apatía, buscar mejores horizontes para la sociedad y tomar “seguros” contra la ignorancia, gran propiciadora de la involución.   

Ojalá otras empresas paraguayas (hay tantas) tomen en cuenta los significativos ejemplos mencionados.   

¿Qué se desea, finalmente, para nuestro país?   

Pues lo mejor. Y lo mejor es abrir posibilidades, tratar de encaminar a la sociedad hacia un norte, abrir grandemente los ojos a los tiempos que estamos viviendo. Si permanecemos en un estado de indiferencia todos juntos caeremos en una misma zanja.   

Los escritores buscamos urgentemente ser oídos. Con mucho esfuerzo, robando horas a nuestro sueño, vamos tras un sueño, una ilusión. Algunos van tras la poesía. Otros se entregan a la trabajosa empresa de escribir novelas o cuentos. Está instalada en nuestra sangre la pasión por la escritura, y no podemos volvernos contra ella, a pesar de la escasa atención dada al arte, pues si lo hiciéramos nos volveríamos contra nosotros mismos. ¿Se entiende?   

¿Vivimos los escritores de nuestro trabajo diario, este, el de plasmar la imaginación y las razones de nuestra mente en las frases escogidas con ritmo, sintaxis y paciencia de Job, a veces? No. Pues bien, empecemos a movilizarnos, a golpear puertas.   

Pidamos que más firmas privadas propicien certámenes literarios.   

¡Viva don Roque Gaona!
Fuente: ABC Color,17 de Octubre de 2011 00:0

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