Columna de Opinión: Víctor Jacinto-Flecha sobre la Modificación de la Ley del Premio Nacional de Literatura

En referencia a la propuesta de la modificación de la Ley del Premio Nacional de literatura, quisiera exponer, en la actual discusión sobre el tema, mis puntos de vista al respecto

Primero, totalmente de acuerdo con la reivindicación que debería existir un premio para una de las lenguas oficiales del Paraguay. Yo creo que existe casi un consenso al respecto.

 Segundo: el problema comienza cuando a efecto a “adecuar” la Ley del Premio Nacional de Literatura, cuyo objetivo es busca reconocer y resaltar una obra publicada en el espacio de un premio y otro, es decir cada dos años. En ese sentido se busca promover con el premio una obra, no al autor de la misma, que reúna determinados quilates que los hacen de ella un destaque dentro de la producción literaria. La medida de este reconocimiento es universal, da oportunidad a cualquier escritor, sea joven o anciano, de recibir un destaque por haber producido una obra de calidad destacable entre otras presentadas, lo que importa aquí es la calidad de la obra premiada.

Tercero, al pretender premiar con el Premio Nacional de literatura solo a aquellos escritores que tienen una trayectoria literaria destacada ya, de por sí, es discriminatoria a los escritores jóvenes, que aun cuando sean genios y hayan producido un libro extraordinario, no pudieran acceder a lo que merece su obra. La discriminación es abominable en cualquier circunstancia y más aún si quienes plantean son hacedores de belleza literaria.

Cuarto, estoy totalmente de acuerdo con la preocupación de los colegas sobre la situación económica y social de todos nosotros, los escritores, y estoy de acuerdo que el Estado debe asumir el compromiso de una vida digna de los cultores de la escritura, otorgándole una “pensión” de por vida. Pero no a través de la Ley del Premio de Literatura, que tiene una misión específica, sino a través una Ley de Mecenazgo del Estado, que defina las condiciones de su otorgamiento de ese beneficio. Allí si cabe ver la trayectoria del escritor, la cantidad de obras publicadas, la calidad de las mismas, etc. etc.  Esto posibilitaría un beneficio universal y no solamente a aquellos que han logrado obtener el premio nacional de literatura, que por supuesto, son unos pocos, por las características mismas del premio.

Quinto: Estoy de acuerdo con la ampliación del plazo de publicación de los libros, a cinco años de su edición. Por experiencia, cuando me cupo ser parte del Jurado del premio nacional de literatura, se ha llegado en la mayoría de las veces, a dos o tres obras y algunas veces más, todas merecedoras del premio, pero como debía necesariamente ser una la elegida, quedaban otras, aun cuando posiblemente merecían, fuera del premio. Si se ampliara a cinco años de su edición permitiría a muchos autores volver a presentar su obra que, por allí, en esa segunda oportunidad, lograra el premio.

    Sexto: En el anteproyecto se menciona entre los requisitos para obtener el premio lo siguiente. b) Que la obra del/la postulante pertenezca a uno o varios de los géneros literarios reconocidos -narrativa, ensayo con intención estética, teatro o poesía-, esté escrita en una de las lenguas oficiales y haya sido editada en su parte mayoritaria.

-   Comentario: “ensayo con intención estética”. Toda Ley debe definir exactamente sobre la cuestión que trata. Como se puede definir la “intención” estética. No sería mejor decir ensayo sobre literatura y arte o ensayo sobre producción literaria y arte. Otra cosa, no se premia ninguna obra inédita con respecto “que haya sido editada en su parte mayoritaria”.

     Séptimo: por último, convoco a los colegas y a todas las organizaciones de escritores a una discusión seria. ¿Será posible que podamos discutir una Ley de mecenazgo o algo parecido que pudiera obligar al estado a una atención a la dignidad de los escritores, que tenga un carácter universal, es decir que beneficie a todos los escritores?

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